Con una historia a cuestas de casi 60 años y 6 generaciones de vehículos, el Chevrolet es uno de los que podrían ser catalogados como súper autos norteamericanos, junto al Dodge Viper o incluso al Shelby Cobra, un muscle car con la potencia, pero no con el tamaño y enfocado mayormente para las pistas de competencia y en el caso de los modelos de serie, que fuera un biplaza.
Pero el Corvette LS3 2011 tiene varias cualidades: con caja automática, lo cual si bien resta un poco el sentir del auto, no nos deja con mal sabor de boca al sentir la máquina 6.2 litros V8 de 430 Hp y un par motor de 424 lb-pie, la caja automática cuenta con modo semimanual con levas al volante, que permite un mejor juego de cambios.
Del diseño existe poco que hablar, ya que mantiene su forma básica desde el 'Vette' de antaño adecuándose a los tiempos modernos, destaca el techo tipo targa que puede desmontarse pero debemos estar seguros que tendremos un día soleado ya que si lo metemos en la cajuela el espacio para maletas será mínimo.
El Corvette nos causó muchos sentimientos encontrados, desde dentro hacia fuera, los interiores parecían sacados de un auto de la pasada década, y con muchos botones que podrían ser mejor gestionados con una interfaz de nuestra época. Otro punto en contra fue el peso, un deportivo que se jacte de serlo no debería tener elementos tan pesados como el cofre, la tapa de cajuela y el propio techo targa.
Y bueno lo anterior pueden ser sólo apreciaciones que pueden no importarte tanto al final, pero pasemos al manejo del cual nuevamente tuvimos la oportunidad de salir a carretera y meterlo a su hábitat natural, una pista de competencias.
Tanto en carretera como en las calles cualquier bache, grieta o desnivel se siente, debido a la suspensión, pero extrañamente puede pasar por los topes sin tanto problema, la respuesta del motor es poderosa, pero puede ser domada sin problema para el manejo citadino, donde un principalmente sufre por la visibilidad al frente en lo que nos acostumbramos.
Para el trayecto carretero los motores V8 son útiles ya que no necesitamos llevar el motor a todo lo que da para tener una buena velocidad de crucero, y por ello la gasolina rinde más en rangos de 150 km/hr, caso contrario en la ciudad donde las constantes detenciones y arranques hacen que el nivel de gasolina baje como si tuviera un hoyo.
Al llegar a la pista la temperatura era alta y con poco viento, situación ideal para el Vette, pasaron unas cuantas curvas para reconocer los puntos de frenado y trayectoria ideal, luego de eso los 430 Hp se dejaron escuchar en la pista, un sonido ronco que marcaba la potencia con la que se tomaba curva tras curva y aun con todo el peso (1,442kg) la salida era de cuidado debido a la briosa tracción trasera, que se había cambiado luego de pasar de modo 'tour' a 'sport' en el tablero.
El Corvette requiere un control preciso en el volante así como más sensibilidad de la habitual para manejarlo al extremo, si bien el peso juega en contra, los caballos y el par motor equilibran dicho efecto, eso sí las llantas sufren mucho. La dirección sólida permite apuntar el auto a donde veamos, pero no nos pasemos de alegres en las curvas si no invariablemente terminaremos en un trompo.
El Corvette es un capricho, poco cómodo para el uso diario pero ideal para viajes en pareja por las carreteras de México y de paso puede ser un 'animal' en las pistas de carreras. Si lo anterior no es un problema para ti al igual que el precio de $926.000 pesos, el Vette es el auto para ti.
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